Pasos a seguir para comprar un vehículo nuevo

Comprar un coche nuevo genera siempre placer y entusiasmo. Los concesionarios saben mucho de estas emociones y a veces las utilizan en su beneficio, para presionar una compra rápida o inclinarla hacia algún vehículo puntual que quieran vender. En este artículo se hablará de cómo elegir el coche y qué pasos seguir para concretar un buen negocio.

No siempre es fácil acertar en la elección del coche nuevo que se va a comprar.

Para lograrlo, el primer paso será evaluar con cabeza fría las necesidades reales que llevan a esa adquisición.

En función de esas necesidades, y del uso prioritario o definitivo que tendrá el coche, es que se podrá definir con claridad cuál es el tipo de vehículo adecuado.

El mercado de los coches 0 Km y nuevos ofrece infinidad de variantes: coches de turismo, comercial, todo-terreno; con carrocería familiar, deportiva o monovolumen; a gasolina, diesel o eléctricos, por citar algunos.

La variedad también se reproduce en la cilindrada y potencia, número de puertas, así como en las múltiples opciones de equipamiento.

Teniendo claro (por ejemplo) para qué se quiere el coche, por qué entornos se circulará mayoritariamente, con qué frecuencia, y el número de personas a utilizarlo, será más fácil hacer la elección correcta.

Si bien es posible dejarse asesorar por el vendedor profesional, hay que ser firme en relación a los objetivos que se persiguen, y no dejarse convencer por algo diferente a lo buscado.

Las características técnicas del vehículo, sus prestaciones, la garantía del fabricante, el prestigio de la marca, el precio, y la financiación serán los siguientes elementos a tener en cuenta a la hora de elegir el auto nuevo.

En materia de precios, es recomendable recorrer varios concesionarios de la marca seleccionada, ya que existen variaciones muy notorias entre ellos, que pueden suponer, en algunos casos, hasta un 10% de ahorro, en un mismo coche.

El siguiente punto, no menos importante, es evaluar el tipo de financiación que ofrece la agencia de venta, o eventualmente el Banco con el que se opera, y elegir el más conveniente para afrontar cómodamente el pago del coche.

Con la venta del coche nuevo, el concesionario debe entregar al comprador una factura debidamente cumplimentada, con el detalle de todos los conceptos cobrados: precio de fábrica, impuestos y gastos de matriculación.

Entre los gravámenes que se deben pagar está el Impuesto de vehículos de tracción mecánica.

Si bien el pago de este tributo varía según la Provincia de España donde se matricule el coche, generalmente se fracciona en trimestres, por lo que el comprador solo deberá pagar las cuotas que resten hasta que finalice el año, posterior al momento de la compra.

En caso de existir dudas sobre el vehículo, el precio o la forma de pago, es importante aclararlas antes de firmar cualquier documento, y quedar comprometido.

Con prudencia, información, objetivos claros y un buen concesionario, solo quedará disfrutar del placer de estrenar el auto nuevo.